Palabras de Francesc Cassú sobre Cançó d'amor i de guerra

22/11/2017

Francesc Cassú, Director Artístico de la Simfònica de Cobla i Corda de Catalunya.

Cançó d’amor i de guerra se estrenó en 1926. 91 años después me ponía ante la Simfònica de Cobla i Corda de Catalunya para iniciar la grabación de la obra. La media de edad de los jóvenes músicos era escandalosamente baja y creí oportuno explicar qué era aquella música a los chicos y chicas de la orquesta. Recuerdo que les hice reír cuando utilicé la expresión castellana "viejuno" para describir lo que - supuestamente - podían pensar ellos de una obra de esta época, enmarcada en la palabra "zarzuela" y con unos clichés aparentemente pasados ​​de moda.

Les avisé, sin embargo, de que la música era magnífica. Bebiendo de la Renaixença catalana, heredera del romanticismo europeo del siglo XIX, pero también con los toques nacionalistas propios de la época, gestiona a la vez un lirismo bellísimo, propio casi de los veristas italianos. Sin embatgo, a pesar de todas estas influencias, la obra destila una catalanidad innegable. Por la construcción de frases, por el uso de motivos populares, de ritmos intrínsecamente nuestros, rápidamente nos damos cuenta de que, si bien Martínez Valls es valenciano como Chapí o Penella (famosos autores de zarzuela), su música deriva por caminos bastante diferentes.

Con la primera toma de contacto, los músicos tuvieron suficiente. La música fluía con facilidad y la adaptación del original para pequeña orquesta sinfónica a SCCC - que yo mismo había hecho - funcionaba sin problemas. El formato de la obra, que va avanzando canción por canción, número a número, provocaba que a cada momento hubiera un final potente, de estos que suben la adrenalina del músico, y todo el mundo se acababa dando cuenta del porqué del éxito alcanzado por esta obra cada vez que se ha representado.

La fuerza de los instrumentos de la cobla, que sustituye en nuestra orquesta a las maderas y metales sinfónicos, daba tal empuje que muchos de los músicos de cuerda pensaron que ésta era la versión original de la obra. Incluso Josep M. Conangla, codirector y alma mater de la Polifónica de Puig-reig, gritaba a los cuatro vientos que esta obra debería haber sido escrita originariamente para esta formación!

La vertiente lírica, sin embargo, ha sido desde siempre la protagonista de la obra. La orquesta aparece en los inicios de cada acto, pero luego se convierte en el cojín óptimo para acoger las interpretaciones vocales. La presencia de la Polifónica de Puig-reig otorga aún más brillo a la interpretación orquestal. Y los solistas, Marta, Roger, Toni, Laura, Ricard, deliciosos en todo lo que cantan, coronan con deleite una versión diferente, única y nuestra, que nos hace especial ilusión estrenar y ofreceros a todos.