Palabras de Jaume Lleixà sobre The Very Best

El 18 de febrero de 2010 entré por primera vez por la puerta de Metalquimia. Tenía una reunión con Narcís Lagares, Josep Lagares y Eulàlia Tomàs. Quería presentarles el proyecto pedagógico de la Orquesta de Cadaqués, la Jove Orquestra de les Comarques Gironines, cuya gestión acababan de encargarme (uno de los regalos más bonitos que me han hecho en la vida, todo hay que decirlo) y para el cual estábamos buscando colaboradores. Entré con mi pequeño dossier, con aquella prudencia de un primer encuentro, y debo confesar que quedé impactado por lo que percibí:

Por un lado, impactado por la labor de mecenazgo social, cultural y, más concretamente, musical que estaba llevando a cabo la empresa tanto en Girona como en el resto del país.

Por otro lado, por el clima de trabajo que se respiraba, gente muy atareada pero feliz y, la gran mayoría, con una gran sonrisa.

Cuando salí pensé en cómo me gustaría formar parte de aquel mundo. Hoy, después de cinco años, tres discos y una docena de conciertos de la SCCC, me siento muy afortunado de poder decir que formo parte de él.

Con el tiempo he podido comprobar que lo que percibí aquel primer día no era fruto de la casualidad ni de magia potagia, sino de una manera de entender la empresa y las relaciones humanas, una combinación de generosidad, exigencia, empatía, esfuerzo, confianza y bondad, mezcladas en su justa medida como si se tratara de una delicada fórmula química, en la cual los catalizadores son las personas que están al frente y que un día optaron por desarrollar dicha fórmula.

Amigos y compañeros del “mundo” Metalquimia, enhorabuena por lo que habéis creado y desarrollado a lo largo de los años y gracias por dejarme ser parte de ello.