Palabras de la Ilustrísima Sra. Marta Madrenas sobre Cançó d'amor i de guerra

Todavía resuenan en nuestros oídos las notas del Tossudament Llach, y la Fundación Metalquimia ya tiene a punto su estreno del 2017. La nueva propuesta que cada año nos presenta la Simfònica de Cobla i Corda de Catalunya se ha convertido en uno de los eventos culturales de referencia en la ciudad, como hemos podido comprobar en las diversas ocasiones en que hemos disfrutado en Girona de esta formación. Quiero valorar también que esta es una iniciativa de una Fundación que demuestra así la responsabilidad social corporativa de Metalquimia y de las personas que trabajan en ella, y también la necesidad de profundizar en las relaciones entre los sectores público y privado en la sociedad actual.

Este año, la SCCC da un paso adelante aún más atrevido, con Cançó d’amor i de guerra de Rafael Martínez Valls. Una apuesta arriesgada, porque programar hoy una zarzuela catalana es, sin duda, un gran reto artístico y popular, si bien el solo hecho de recuperar una pieza histórica del teatro musical catalán merece un aplauso por parte de todos los aficionados a la música.

La decisión de programar esta obra, prohibida durante las dictaduras de Primo de Rivera y de Franco, añade una significación política más allá de la estricta recuperación del patrimonio musical de nuestro país. El compromiso de la Fundación Metalquimia y de la Simfònica de Cobla i Corda de Catalunya con el país nos enorgullece a todos, y demuestra que la cultura no debe perder nunca la capacidad de ser un vehículo de crecimiento personal y colectivo en la construcción de las sociedades modernas y avanzadas. La recuperación de clásicos como Cançó d’amor i de guerra es un paso en esta dirección.

Muchas gracias por vuestra labor.